Siempre hay motivos para regalar y ser regalados, y no es necesario que este venga envuelto con un bonito lazo, a veces es un abrazo, un beso, una mirada cariñosa o un gesto de afecto.
Todos respondemos de una forma muy concreta hacia estos regalos, con Gratitud, con Amor y con Alegría. Se nos dibuja una sonrisa en la cara, y muchas veces, el interior de ese paquete pasa a un segundo plano.
Lo importante es el gesto, es que esa persona pensó en ti, te dedicó parte de su tiempo en sacarte una sonrisa y que lo hace con deliberada dedicación.
Últimamente hago muchos regalos de cosmética y puedo asegurar que todo lo dicho es cierto al 100%. Hay una cosa que a todo el mundo le encanta, es que sus regalos son artesanos, es decir, no vas a una tienda a comprar lo primero que ves para salir del paso. Cada regalo tiene su proceso, elaboración del producto, packaging, envoltura, detalles para esa persona.
Pienso: ¿Qué necesita? ¿Qué encaja con su piel, su cabello, su edad, su forma de ser?.
En una palabra, son regalos hechos con mucho Mimo.
Eso es lo que hacemos en Zabella cuando pensamos en hacer cestas regalo, packs, cajas o una sola crema facial. Observamos a la persona y, en función de sus necesidades, se crea un producto personalizado.
Y vaya si gusta, es que en el fondo, a todos nos gusta sentirnos valorados y queridos.
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