Taller
Pies
Seamos sinceras, ¿cuando nos acordamos de cuidar nuestros pies?
En verano, porque es cuando se ven. Nos hacemos una bonita pedicura y tal vez un masaje.
¿Y el resto del año? Nada.
Tal vez si se hinchan o nos molestan al estrenar unos zapatos pensamos en ellos, pero nos aguantamos y pasamos el dolor.
Personalmente valoro muchísimo mis pies, ya que soy una persona muy deportista. Sin ellos cómo podría bailar, correr, nadar…
Pero si pienso en cuánto tiempo dedico a cuidarlos, al igual que la mayoría de personas, creo que la respuesta deja bastante que desear.
Así que me he decidido a devolverles un poco de todo el bien que ellos me aportan a mi.
Y créeme, no es nada difícil. He descubierto que son una de las partes del cuerpo más agradecida cuando la mimas. El resultado positivo es instantáneo.
¿Bailamos?